martes, 18 de diciembre de 2012

Reforma del código penal sobre el maltrato animal



Como dijo Margaret Mead “No dudes jamás de que un pequeño grupo de ciudadanos clarividentes y comprometidos puede cambiar el mundo”.




Como sabéis la pasada semana el Gobierno aprobó el anteproyecto de reforma del Código Penal, que se llevará a cabo a lo largo del 2013.

Hemos tenido acceso al mismo y hemos podido confirmar que en dicha reforma se incluye la del artículo 337 sobre maltrato animal.

Esta es la actual redacción del mismo:

Artículo 337.
El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.

Y esta la futura:

“1.- El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales domésticos o amansados.

2.- Las penas previstas en el apartado anterior se impondrán en su mitad superior cuando concurra alguna de las circunstancias siguientes:
a) Se hubieran utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida del animal.
b) Hubiera mediado ensañamiento.
c) Se hubiera causado al animal la pérdida o la inutilidad de un sentido, órgano o miembro principal.

3.- Si se hubiera causado la muerte del animal se impondrá una pena de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales domésticos o amansados.

4.- Los que, fuera de los supuestos a que se refieren los apartados anteriores de este artículo, maltrataren cruelmente a los animales domésticos o a cualesquiera otros en espectáculos no autorizados legalmente, serán castigados con una pena de multa de uno a seis meses.”

Se añade un artículo 337 bis, con el siguiente
contenido:
“El que abandone a un animal doméstico o amansado en condiciones en que pueda peligrar su vida o integridad será castigado con una pena de multa de uno a seis meses.”

Todo lo que esta en negrita es lo que constituye la reforma:

En primer lugar, como solicitábamos, se incluye dentro de las inhabilitaciones especiales la tenencia de animales. Hasta ahora el juez podía imponer a los maltratadores una inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales, sin embargo estos podían seguir teniendo animales legalmente. A partir de la reforma, el condenado por maltrato animal tampoco podrá tener consigo animales durante el tiempo que determine el juez.

El segundo nuevo apartado obliga a imponer la pena en su mitad superior (entre 6 y 12 meses de prisión) cuando se den los tipos de circunstancias agravantes que cita el mismo apartado (ensañamiento, armas e instrumentos peligrosos, etc) que hasta el momento no se tenían en cuenta.

El tercer nuevo apartado aumenta la pena de prisión de 6 a 18 meses cuando se cause la muerte del animal, y se aumenta también la pena de inhabilitación de 2 a 4 años.

El 4 nuevo apartado llena el vacío legal que denunciábamos que se producía en los casos en que los animales que eran maltratados no morían ni sufrían graves lesiones, y que el juez no podía condenar como maltrato. A partir de la reforma, estas dos circunstancias no serán necesarias para poder condenar. Asimismo este apartado ampara también a los animales aunque no sean domésticos o amansados, que hasta ahora no se contemplaba.

Por último, pero no menos importante, abandonar a un animal en condiciones que pueda peligrar su vida o integridad, que en la actual regulación solo constituye una falta, pasa a ser un subtipo atenuado del delito de maltrato animal.

Sotanos del zoo de Barcelona


Los animales del zoo de Barcelona pasan un promedio de 17hs por día encerrados en sótanos de estética medieval; algunos nunca han visto la luz del sol.










La Asociación Animalista Libera! y la Fundación Franz Weber revelaron en conferencia de prensa videos e imágenes de las instalaciones interiores ubicadas en el subsuelo del zoo de Barcelona.

En estas imágenes podemos comprobar que la situación dista en mucho de ser idílica a pesar de que así nos lo quieran hacer creer; jaulas oscuras, húmedas y frías donde todo es cemento, rejas y literas metálicas corroídas por el óxido, animales a los que nunca se ha visto en el exterior y del que desconocemos su destino… todo confluye para que una vez más pidamos la dimisión del Director del zoo y la sustitución del veterinario jefe, como primeros responsables de esta situación.

Mientras el Ayuntamiento anuncia un gasto de 25 millones de euros para cambiar el decorado exterior del zoo (las reformas de las instalaciones exteriores son a nuestro criterio sólo un cambio de decorado y lavado de cara), los animales viven en condiciones absolutamente contrarias a valores como el respeto y el bienestar que la ley exige para ellos.

Los animales permanecen en estos sótanos la mayor parte de su vida; esto es así porque sólo salen a las instalaciones exteriores cuando el zoo está abierto al público, aunque algunos animales puede que salgan sólo por la tarde o sólo por la mañana. Incluso los hay que no salen nunca, y otros individuos a los que van turnando para salir al exterior. Es decir que si el zoo abre al público a las 10 y cierra a las 17:30hs, los animales habrán pasado encerrados en el sótano unas 17 horas. Cuando el horario cambia con la llegada del verano, el mínimo de horas en las que son encerrados en estos sótanos es de 15 horas.

En las imágenes que han llegado a nuestro poder en un sobre anónimo, podemos comprobar la existencia de una cría de tapir con un problema genético en uno de esos ojos al que nunca hemos visto en exhibición al aire libre; no sabemos si aún sigue con vida. También se observa un ejemplar de jaguar ciego que demuestra estrés, un ejemplar de oso que se resiste a entrar al sótano, jirafas metidas en jaulas en las que no pueden prácticamente moverse, hienas durmiendo en jaulas como las que podemos ver en las perreras, los antiguos dormitorios de las elefantas que aún no se han clausurado, mandriles y diversos primates en jaulas mugrientas y absolutamente inadecuadas, entre otras imágenes igualmente impactantes.

Mientras esto pasa lejos de las miradas de los visitantes, el zoo y el Ayuntamiento intentan manipular a la opinión pública para mantener su negocio basado en la cautividad de los animales; por eso hablan de “naturalizar” las instalaciones exteriores, cuando a través de estas imágenes podemos comprobar que la verdadera situación de los animales salvajes cautivos allí están muy lejos de cualquier concepto como “naturalización” y “educación”. Se trata a todas luces de un negocio fraudulento, toda vez que se oculta la verdad a quienes aportan su dinero en las taquillas.


La Asociación Animalista Libera! y la Fundación Franz Weber han revelado las imágenes de las instalaciones interiores ubicadas en el subsuelo del zoo de Barcelona, ante los medios de comunicación, para que todo el mundo pueda ver la realidad del zoológico de Barcelona.











En las imágenes se puede ver el enjaulamiento al que son sometidos los animales en el zoo. Si ya es terrible en la parte que se expone al público, es una auténtica cárcel en la zona que no se muestra ni se ha permitido visitar por especialistas científicos como la Doctora Joyce Poole a petición de Libera!.


Esta zona de mazmorras es la que acoge a los animales que malviven en el zoo durante la mayor parte del día, superando incluso 15 horas de reclusión en ellas.Las jaulas ubicadas en el subsuelo son frías, húmedas, oscuras y presentan como zonas para el descanso algunas estructuras metálicas corroídas por el óxido que pretenden ser literas.

jueves, 6 de diciembre de 2012

El experimento de la carcel de Stanford: los efectos de los roles en la sociedad



En 1971, en la prestigiosa universidad de Stanford, California, se llevó a cabo uno de los estudios psico-sociológicos mas impactantes del siglo XX, y que demuestra una vez mas, como el ser humano es incapaz de prever su comportamiento en un espacio totalmente distinto al que está acostumbrado.
La armada de los Estados Unidos encargó este experimento al profesor Philip Zimbardo, ya que buscaban una solución que intentase estabilizar el control en las prisiones que había en aquella época. Este retorcido estudio consistía en lo siguiente:
Se publicó una oferta en un periódico local en el que se pedían participantes que, de forma voluntaria, quisieran someterse a la observación de los efectos psicológicos que se daban al convertirse en un preso o en un guardia de prisiones. Respondieron unas setenta personas al anuncio y se realizaron todo tipo de pruebas, tanto físicas como sociológicas, para descartar a las personas con inestabilidades, historiales delictivos o consumidores habituales de drogas que pudieran perjudicar la muestra.




Los seleccionados lo conformaban un grupo de 24 hombres saludables, con una cociente intelectual algo superior a lo normal y de clase social media. Se les dividió aleatoriamente en dos grupos sin hacer ningún tipo de distinción. Unos tendrían el rol de presos y otros, de guardias.
El escenario se construyó en los sótanos de la universidad de Standford y se contó con la colaboración deconsultores expertos.
Este experimento tenía una duración inicial de 18 días en los que los guardias trabajarían por turnos en parejas pudiendo volver a sus casas y los presos, vestidos únicamente con batas blancas y con una media en la cabeza en sustitución al afeitado que se realizaba en las cárceles, permanecerían cautivos durante los 18 días, teniendo asignado un número al que debían responder en vez de por su nombre.
La simulación fue absolutamente real desde el principio. Una mañana de agosto la policía irrumpió en las casas de los “presos” y se les acusó de atraco a mano armada siendo detenidos en ese instante y llevados a la comisaria, donde, tras leerles sus derechos y tomarles declaración, se les volvió a introducir en el coche con los ojos vendados y fueron trasladados a la cárcel que se había creado en la universidad. Allí les esperaban los “guardias” para empezar con su trabajo. Aunque habían sido advertidos de que quedaba totalmente prohibida la violencia física, recibieron las siguientes instrucciones por parte de Zimbardo.
“Podéis producir en los prisioneros que sientan aburrimiento, miedo hasta cierto punto, podéis crear una noción de arbitrariedad y de que su vida está totalmente controlada por nosotros, por el sistema, vosotros, yo, y de que no tendrán privacidad… Vamos a despojarles de su individualidad de varias formas. En general todo esto conduce a un sentimiento de impotencia. Es decir, en esta situación tendremos todo el poder y ellos no tendrán ninguno”
La degradación a la que fueron sometidos los reclusos nada mas llegar (se les quitó la ropa y se les roció con un spray desparasitario) empezó a afectar psicológicamente a los presos. Aparte de esto, se les enganchó una cadena al pie, para que en ningún momento se olvidasen de donde se encontraban. En un principio, eran dos grupos de 9, y había una pequeña parte de “reservas” por si era necesario que participasen.
Los recuentos a los presos realizados por los guardias a horas intempestivas de la madrugada servían ,aparte de para descolocar psicológicamente a los presos, para intentar conseguir que respondieran y se habituasen a ser un numero, y no una persona. La poca seriedad con la que los presos se tomaban estos recuentos en un primer momento, fue el inicio de un catastrófico final.Se empezaron a realizar flexiones como castigo físico, que, aunque en principio no fue considerado como tal, termino siendo una tortura para los participantes en la muestra.
La mañana del segundo día se desataron los problemas. Los presos decidieron crear un motín y arrancarse los gorros y los números que se les había asignado, haciendo que los guardias empezaran a crear medidas que iban mas allá de los límites.Además de reforzar la vigilancia, emplearon extintores para alejar a los reclusos de las puertas donde se encontraban.Tras conseguir estabilizar el caos, las autoridades les quitaron la ropa, las camas, aislaron a los mas rebeldes y empezron con las humillaciones y vejaciones a todos.
Debido a la impotencia al no poder estar los nueve guardas vigilando a todas horas del día optaron por aturdir a los presos psicológicamente. Se les mezcló en las celdas tanto a cabecillas como a los que no se habían involucrado y se creo una “celda buena” en la que había uniformes y camas y los presos tenían unos mínimos de higiene. De esta forma, el desconcierto creció entre ellos ya que se pensó que algunos de los que se encontraban en las celdas eran espías o topos e informaban de los movimientos a los vigilantes.Los trastornos emocionales empezaron a surgir al tercer día, cuando uno de los presos tuvo un ataque de ansiedad de tal magnitud que se le dejó abandonar el experimento. Tras esto, y viendo el nivel emocional del resto de reclusos, se dejó una hora de visitas con familiares al día siguiente pero siempre bajo el control y la manipulación de los guardias.
El quinto día empezaron los rumores de un plan de fuga por parte de los reclusos, que serían rescatados por alguien del exterior, por lo que se decidió esconder a los presos en un lugar diferente de la universidad a la espera de que llegaran las personas que iban a ir a rescatarles. Después de preparan un minucioso plan, el rumor no paso de eso, se quedó en un rumor, por lo que el enfado y la frustración de los guardias se intensificó, y como reacción, intensificaron las vejaciones y castigos a los presos que a estas alturas habían perdido completamente la consciencia de saber que nada era real y que eran parte de un estudio. Habían perdido completamente la noción de quien eran y habían adaptado al 100% su papel de reclusos.
El sexto, y último día del experimento se les sometió a una serie de entrevistas en las que debían de justificar por qué merecían obtener la libertad condicional para poder irse. Las reacciones de los presos dejaron asombrados a los psicólogos que allí se encontraban. La mayoría de ellos optaban a renunciar al dinero que se les pagaba por el estudio pero cuando se les mandaba volver a sus celdas, obedecían de manera ejemplar, ya habían asumido totalmente su papel y algunos incluso pensaban que necesitarían la ayuda de abogados para poder volver a sus casas, cuando realmente no tenían mas que decir que querían abandonar.Tras esto, una huelga de hambre llevada a cabo por uno de los reclusos, y las reclamaciones de algunos familiares que llegaron a presentarse incluso con abogados reales en la “prisión”, se decidió dar por concluido el experimento.
La valoraciones que se realizaron posteriormente tanto de presos como de vigilantes fueron estas:
-Los presos habían adoptado totalmente su papel, creyéndose culpables, sin dignidad, y sometidos a todo tipo de vejaciones. La unidad que mostraron los primeros días se rompió y terminaron todos como individuos aislados.
-Los guardias también se habían mimetizado con su rol hasta tal punto de no reconocerse observándose en las imágenes que se les mostró después del estudio, y habiendo hecho un desorbitado uso del poder que se les había confiado. Todos doblaron turnos, trabajaron noche y día y ninguno de ellos pidió ni mas salario ni mejores condiciones laborales, se entregaron 100% a la causa.
En 2001 se llevó al cine el estudio. El experimento, basado en esta historia, muestra con todo detalle algunas de las vejaciones que se realizaron y como, incluso en el mas hostil de los entornos, llegamos a adaptarnos como única vía de escape.